
El pequeño Oliver Hughes, de tan sólo cinco años de edad, desaparece misteriosamente sin dejar ningún rastro, mientras disfrutaba de unas vacaciones en Francia. Sus padres quedan desolados con el hecho y no saben qué hacer. Tony y Emily descubren una pista, ocho años después, que los podría conducir hacia su desaparecido hijo. Y es por ello que deben viajar a Francia, donde serán ayudados por el detective retirado Julien Baptiste.